Se cuenta en la historia de san Francisco que un fraile, mientras él oraba, fue llevado en una visión. Se le apareció un ángel y le dijo:
«Ven y sígueme.»
Llegaron al puente y el ángel añadió:
«Pasemos por este puente; ven detrás de mí.»
Cuando estaban a la mitad, el ángel voló hacia el monte y dejó solo al fraile. Éste comenzó a temer, se aferró al puente, y los demonios le gritaban para que cayese. Él oraba y pedía al Señor que le concediese alas para llegar al monte.
Su ángel de la guarda intentó rescatarlo ,pero al intentar sujetarse del angel tuvo miedo y volvió a caer sobre el puente. Tres veces rogó al Señor que le diera valentía, hasta que al fin pudo elevarse y subir al monte, donde estaba otro ángel en la ciudad celestial.
Llamó a la puerta y vio venir a san Francisco. Éste le abrió, lo abrazó, y el fraile quiso quedarse con él. San Francisco le dijo:
«Vete, hijo, que dentro de siete días iré por ti.»

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