Ocho personas ya se habían retirado del templo de la Virgen en Travutenavi,en Checoslovaquia ,Bohemia, cuando fue convocado nuevamente el Ministro de la Palabra Schavalden, acompañado de otros diez ministros. Desde los valles, Johannes Matthesius envió a dos diáconos que, desde la primera hora del día hasta el mediodía, supervisaron la oración, el canto y la lectura, creando un ambiente de gran fervor religioso.
Tras el almuerzo, llegó SchAvalden, acompañado del prefecto de la fortaleza de Praga. Una gran multitud se congregó, invocando a Jesucristo, alabándolo en himnos y ofreciendo fervientes oraciones a Dios.
La devoción fue tan intensa que el demonio, salió por la ventana llevandose del pueblo de todos los insectos y plagas de los huertos.
Los campesinos que observaban quedaron profundamente impresionados,como sus plantas quedaron libre de plagas y veían que una sombra negra se los llevaba,pues el monje no buscaba castigar a nadie ni causar temor, sino únicamente alabar a Dios.
Desde entonces, los campesinos se congregaban diariamente durante media hora en el monasterio para alabar a Dios. Sus huertos se volvieron extraordinariamente prósperos y productivos, un símbolo de bendición que se mantuvo hasta que el comunismo llegó a esa zona.
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