“El sacerdote encadenado: purificación en el purgatorio”

La beata Marina estaba rezando por los sacerdotes y comenzó a tener la visión de un sacerdote muy santo que había sido confesor durante muchos años. Aunque ya se habían ofrecido numerosas oraciones por él, se le mostró triste y agotado en el > La beata Marina estaba rezando por los sacerdotes y comenzó a tener la visión de un sacerdote muy santo que había sido confesor durante muchos años. Aunque ya se habían ofrecido numerosas oraciones por él, se le mostró triste y agotado en el purgatorio. Estaba sentado en una silla, con los pies y las manos encadenados con cadenas de fuego, y no podía levantarse de ella hasta terminar de purificar todas sus faltas pequeñas. La parte del purgatorio donde estaba parecía un confesionario.

Esto no ocurría porque él hubiera impuesto penitencias a los que se confesaban; al contrario, siempre decía que Dios tiene misericordia y que no era necesario hacer sacrificios ni penitencias. Sin embargo, algunas faltas pequeñas requerían purificación, y por eso permanecía atado hasta completarla. Días después, gracias a las oraciones ofrecidas por Marina, alcanzó la visión beatífica y quedó en el cielo.

. Estaba sentado en una silla, con los pies y las manos encadenados con cadenas de fuego, y no podía levantarse de ella hasta terminar de purificar todas sus faltas pequeñas. La parte del purgatorio donde estaba parecía un confesionario.

Esto no ocurría porque él hubiera impuesto penitencias a los que se confesaban; al contrario, siempre decía que Dios tiene misericordia y que no era necesario hacer sacrificios ni penitencias. Sin embargo, algunas faltas pequeñas requerían purificación, y por eso permanecía atado hasta completarla. Días después, gracias a las oraciones ofrecidas por Marina, alcanzó la visión beatífica y quedó en el cielo.

Comentarios