Esto no ocurría porque él hubiera impuesto penitencias a los que se confesaban; al contrario, siempre decía que Dios tiene misericordia y que no era necesario hacer sacrificios ni penitencias. Sin embargo, algunas faltas pequeñas requerían purificación, y por eso permanecía atado hasta completarla. Días después, gracias a las oraciones ofrecidas por Marina, alcanzó la visión beatífica y quedó en el cielo.
. Estaba sentado en una silla, con los pies y las manos encadenados con cadenas de fuego, y no podía levantarse de ella hasta terminar de purificar todas sus faltas pequeñas. La parte del purgatorio donde estaba parecía un confesionario.
Esto no ocurría porque él hubiera impuesto penitencias a los que se confesaban; al contrario, siempre decía que Dios tiene misericordia y que no era necesario hacer sacrificios ni penitencias. Sin embargo, algunas faltas pequeñas requerían purificación, y por eso permanecía atado hasta completarla. Días después, gracias a las oraciones ofrecidas por Marina, alcanzó la visión beatífica y quedó en el cielo.
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