Hermanos, no aspiren a ser otra cosa que lo que Dios ha determinado para ustedes. Si Dios les hizo humanos, si les dio espíritu, razón y fe, entonces caminen en Su voluntad. No cedan a las mentiras del enemigo. Él sólo puede tentar a aquellos que ya están inclinados al error.
Como dice la Palabra: “Resistid al diablo, y huirá de vosotros” (Santiago 4:7). Porque el mal no tiene poder si no se le concede. Y Dios no permitirá más de lo que podamos soportar.
Oración final:
Señor eterno, que todo lo has hecho con sabiduría y medida, enséñanos a reconocer tu orden en nuestras vidas. No permitas que queramos salirnos de los límites santos que tú has puesto. Líbranos del mal, y fortalece nuestro espíritu para caminar conforme a tu propósito. En el nombre de Jess, amén.
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