sabias que un vecino san Nicolas, bastante noble, se vio obligado por la pobreza a prostituir a sus tres hijas ?
para así mantenerse mediante ese infame comercio. Cuando el santo lo supo, aborreció tal crimen y envolvió una masa de oro en un paño y la arrojó en secreto por la ventana de su casa durante la noche, y luego se retiró. Al levantarse por la mañana, el hombre encontró el oro, dio gracias a Dios y celebró la boda de su hija mayor. Poco tiempo después, el siervo de Dios hizo lo mismo. El hombre, al encontrarlo nuevamente, prorrumpió en inmensas alabanzas y decidió vigilar para saber quién lo estaba ayudando. A los pocos días, arrojó Nicolás una cantidad doble de oro a la casa. El hombre, al oír el ruido, se levantó, persiguió a Nicolás mientras huía y le dijo: “Detén tus pasos y no te escondas de mí.” Al alcanzarlo rápidamente, reconoció que era Nicolás y, postrándose en el suelo, quiso besarle los pies. Pero él se lo prohibió y le exigió que no revelara su identidad mientras viviera.
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