“Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas.”
— Efesios 5:11
Amada iglesia del Señor,
Hoy el Espíritu Santo nos llama a abrir los ojos espirituales y a despertar del letargo ante las sutilezas del enemigo. Porque el diablo no siempre viene con cuernos y tridente; muchas veces se presenta disfrazado de luz, de tradición, de arte, de devoción aparente... pero detrás de lo que parece inofensivo, hay una trampa para nuestras almas.
Quiero hablarles hoy de los peligros reales de ciertos objetos y prácticas que se han infiltrado en hogares cristianos, muchas veces sin conocimiento, pero con consecuencias espirituales reales.
1. Los espejos consagrados: instrumentos de invocación demoníaca
Hermanos, se está hablando en estos tiempos de espejos supuestamente mágicos, “espejos de Lilith”, objetos usados en ritos ocultistas para invocar entidades espirituales. ¿Quién fue Lilith según las leyendas? Un espíritu rebelde, asociada a la oscuridad, a la rebeldía contra Dios y a la destrucción del orden divino.
Y hay quienes preparan estos espejos para “ver” o “hablar” con esa entidad. ¡Esto no es un juego, iglesia! ¡Esto es brujería moderna! La Palabra de Dios dice:
“No sea hallado en ti quien practique adivinación, ni agorero, ni hechicero... porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas.”
— Deuteronomio 18:10-12
2. Imágenes y cuadros consagrados a demonios
Se han visto en hogares —incluso en hogares cristianos— cuadros que rinden culto oculto a deidades paganas como Changó o espíritus conocidos en el mundo espiritual como guinés. Gente los cuelga solo porque “son lindos”. Pero hermanos, no todo lo hermoso viene de Dios. El enemigo también sabe vestirse de belleza para infiltrarse en nuestras casas.
No te engañes: tener en casa un objeto consagrado a un demonio, aunque tú no lo sepas, puede abrir puertas espirituales. ¡Esas imágenes traen opresión, confusión, y maldición! No se trata de superstición, se trata de principios espirituales reales. Recuerda:
“Mi pueblo fue destruido por falta de conocimiento.”
— Oseas 4:6
El peligro de la idolatría disfrazada de devoción
Muchos dicen: “No, yo no soy brujo, solo soy devoto”. Pero la devoción sin discernimiento es terreno fértil para la herejía. Tener altares a espíritus, fotos de muertos que se veneran, o cuadros que se consideran “sagrados” pero que no glorifican a Cristo, son formas modernas de idolatría.
Pablo fue claro:
“Los ídolos no son nada, pero lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios.”
— 1 Corintios 10:20
4. Brujería con animales: una práctica condenada
Escuchen bien, pueblo de Dios: hay ritos satánicos en los que se usan gatos negros, gallinas negras, huesos y ojos para supuestamente lograr prodigios, invisibilidad, poder. Esto es magia negra, y es repugnante ante los ojos del Señor. ¡No hay pacto con el diablo que no cueste el alma!
Cristo no nos llamó a usar artilegios; Él nos dio el poder de Su sangre y la autoridad de Su Nombre para vencer. No necesitamos trucos del infierno cuando tenemos el Espíritu Santo.
Llamado al arrepentimiento y a la limpieza espiritual
Hoy te pregunto:
¿Hay objetos en tu casa que el Espíritu Santo te ha inquietado a sacar?
¿Has abierto puertas, aunque sea por ignorancia, a prácticas que no vienen de Dios?
Hoy es día de limpiar la casa espiritual y física.
Hoy es día de renunciar a toda influencia oculta.
Hoy es día de decir: ¡Jesucristo es el único Señor de este hogar!
“Señor Jesús, renuncio a toda obra de las tinieblas, a todo objeto, imagen, o práctica que haya abierto puertas al enemigo. Te pido perdón por todo lo que he hecho consciente o inconscientemente. Te pido que limpies mi casa, mi mente, y mi corazón. Entrego todo lo oculto a tus pies. Que solo tu luz reine en mi vida. En el nombre de Jesús, amén.”
Y recuerda, hermano o hermana:
Lo que toleras hoy, dominará tu vida mañana.
No hay comunión entre la luz y las tinieblas
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