Andrés Tirado Pérez es un colombiano que se presenta como "arzobispo" y "exorcista internacional", liderando una organización llamada la "Congregación Sacerdotal Internacional", que pretende emular a la Iglesia Católica. Sin embargo, su título de arzobispo no tiene ningún respaldo oficial, y su formación está vinculada a grupos cismáticos y sectas que no son reconocidos por la Iglesia Católica.
La consagración episcopal de Tirado se llevó a cabo en 2013, realizada por Higinio Alas Gómez, un autodenominado arzobispo salvadoreño y líder de una secta en Costa Rica. Este evento muestra la falta de legitimidad de Tirado dentro de la Iglesia Católica, ya que el acto no fue realizado por una autoridad oficial de la Iglesia.
A pesar de sus afirmaciones sobre su formación y experiencia, Tirado promueve una versión distorsionada de la fe católica. Ha publicado un libro titulado Cómo enfrentar al demonio y vencerlo, en el cual describe rituales y prácticas que se apartan significativamente de las enseñanzas tradicionales de la Iglesia. En su texto, Tirado recomienda el uso de "círculos de sal" y oraciones que buscan atraer poder, éxito y prosperidad, elementos que tienen más que ver con prácticas esotéricas y de la Nueva Era que con la teología cristiana.
Además de sus publicaciones, Tirado ha ganado visibilidad en las redes sociales y los medios de comunicación, donde se presenta como una figura de autoridad espiritual. Esto ha llevado a muchas personas a seguir sus enseñanzas, sin ser conscientes de que están involucrándose en una secta que manipula la fe cristiana y aleja a los fieles de la Iglesia oficial. Expertos en la materia advierten sobre los peligros de sus prácticas, ya que pueden inducir a los seguidores a adoptar una visión errónea de la fe católica, poniendo en riesgo su bienestar espiritual.
En resumen, aunque Tirado se presenta como un líder religioso legítimo, su formación y prácticas están profundamente alejadas de los principios de la Iglesia Católica. Las advertencias sobre sus actividades son claras: sus enseñanzas podrían ser perjudiciales para quienes busquen una relación auténtica con la fe cristiana.
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