Testimonios Sobrenaturales y la Justicia de Dios en los Milagros de los Siervos Celestiales"

 

 Vio un monje morir, junto a dos de sus vecinos, siendo uno peregrino. Los ángeles le hicieron mucho honor. El otro monje era más diligente y fervoroso, pero no recibió el mismo trato. Entonces, alguien preguntó: "¿Por qué honraron más al menos fervoroso?" Los ángeles respondieron: "Aunque era menos fervoroso, el extranjero lloró y no tuvo quien lo consolara en esa hora, mientras que el otro recibió la asistencia de sus compañeros, quienes lo consolaron." Así, el monje entendió que Dios premia con justicia y discreción los esfuerzos de todos.

Un sacerdote peregrino murió en la plaza una noche, y un monje vio cómo Cristo enviaba a San Miguel y al Arcángel Gabriel para recoger su alma.

 Al acercarse, el monje intentó rezar por el para que muriera en paz, San Gabriel preguntó: 

"¿No ves que el Señor dijo que lo tomáramos ,por qué ya es santo?

y el alma salió con ellos, pues el Señor la estaba esperando. 

Entonces, llamaron a David para que tocara su arpa, cantando himnos de la ciudad de Dios. Al escuchar la música, el sacerdote lloró de la alegría al ver está alma tan hermosa irse con esos ángeles.

 Mientras Santo Tomás de Aquino oraba delante del Crucifijo en Nápoles, Cristo le preguntó: "Bien has creído en mí, Tomás, ¿qué premio deseas?" Tomás respondió: "Señor, no otro premio que a Ti." Sintió entonces que el Señor lo premiaría llevándolo consigo.. Cuando murió Salvio, el Obispo, y luego fue resucitado, dijo: "Todo este mundo es vano. Bienaventurado es aquel que se dedica a hacer la voluntad de Dios." Dudó si debía contar lo que había visto en la otra vida, pero finalmente, para edificación de los demás, dijo: "Cuando tembló la tierra, bajaron..."



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