castigo es la insensatez en la muerte

 

 Se cuenta que un abogado muy renombrado ingresó en la orden cisterciense y fue nombrado procurador del monasterio, pero perdió todas las causas. Cuando los monjes le preguntaron por qué, siendo tan exitoso en el mundo, ahora perdía todos los casos desde que estaba en el monasterio, respondió: 

"Cuando estaba en el mundo, usaba mentiras y engaños; por eso ganaba parte del mundo. Pero ahora que he dejado el mundo y sigo la verdad, no es extraño que pierda lo que antes ganaba con falsedad.".

 Se cuenta que un abogado, postrado en su lecho de muerte, cuando se le ofreció la Eucaristía, dijo: "Quiero que se me juzgue si debo recibirla o no." Cuando el sacerdote le exhortó a la penitencia, él respondió:

 "Apelo." 

Entonces el diablo se acercó y lo asfixió. 

Así fue al infierno. 

Otro abogado, tan altivo que apenas hablaba con las personas debido a su gran vanidad y sutileza, cayó bajo un severo castigo divino. Enfermo y con visitas que venían a verlo, se le veía sentado y poniéndose bajo un banco como señal de su miseria. También fue al mismo destino.


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