Algunos se preguntan qué significa la palabra exorcista y de dónde proviene. La respuesta es que "exorcista" es una palabra griega que, traducida al latín, significa simplemente "persona que libera" o "reprende." Según los textos antiguos, los exorcistas invocaban el nombre del Señor Jesucristo sobre aquellos que eran afligidos por espíritus impuros, pidiéndoles, en el nombre de Dios, que se apartaran de ellos.
El oficio del exorcista consiste en memorizar y realizar exorcismos, imponiendo sus manos sobre los poseídos, como está establecido en ciertos textos antiguos. Pedro de Pallude dice que, aunque algunos exorcismos, como los atribuidos a Salomón, pretendían expulsar demonios, no tenían un poder inherente, a menos que se tratara de palabras sagradas o sacramentales. De hecho, si los exorcismos fueron inventados por los hombres sin inspiración sobrenatural, los demonios solo podrían ser expulsados voluntariamente, y en algunos casos, los espíritus malignos podrían aprovechar estas prácticas para fortalecer sus engaños.
Por ejemplo, se relata que en tiempos de Tito, alguien expulsaba demonios de los cuerpos de los poseídos mediante un anillo o utilizando ciertas raíces de plantas. Según algunos textos antiguos, estas prácticas se basaban en magia y acuerdos explícitos o implícitos con los demonios, los cuales a veces abandonaban el cuerpo para mantener a las personas en error y sumisión. Esto sucede porque los espíritus malignos buscan que la reverencia de Dios se transfiera a ellos y, por lo tanto, a veces se retiran voluntariamente, sin estar obligados, para que las personas persistan en su error.
Si Salomón creó exorcismos inspirado por Dios, como la Iglesia hace con los suyos, entonces estos exorcismos podrían tener algún poder, aunque no tan eficaz como los sacramentos actuales. Los exorcismos del Nuevo Testamento tienen una verdadera y real autoridad espiritual sobre los demonios, a diferencia de los exorcismos de Salomón, que no poseían tal poder.
Por lo tanto, la palabra "exorcista" significa "persona que libera" o "reprende." En consecuencia, exorcizar no es más que liberar o reprender. Los exorcismos pueden realizarse de dos maneras: primero, como un oficio propio de sacerdotes o exorcistas ordenados, y segundo, como una potestad general otorgada por Cristo a todos los cristianos, lo que hace que cualquier creyente pueda realizar este acto. Aunque cualquier exorcista debidamente ordenado puede ejercer este sagrad
o ministerio
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