Un católico que había tenido una lucha espiritual muy fuerte durante muchos años,por una mujer se volvió apóstata,una bruja que lo hechizo lo saco de la fé y el murió en pecado mortal:
Mientras un sacerdote rodaba por su alma se le apareció y le dijo:
"¡Qué de tormentos me dan los demonios vengativos, qué tanto persegui en vida y estaban esperando mi caída, ahora estoy allí con irremediables gemidos!
Qué rabiosa sed y hambre,por recchazae el cuerpo y la sangre de cristo,qué de tormentos continuos, qué terribles desconsuelos sintiera el corazón mío.
Pues las horribles tinieblas y el inmortal gusano de la dañada conciencia con que fuera consumido. Cada cosa de éstas fuera un intolerable castigo, pena del daño, y más la que la pena del sentido.
La habitación estaba llena de humo,pero coss estraña,este humo no afectaba al sacerdote,solo se percibía un olor a azufre.para comprobar que esto fue real,está habitación permaneció por años con ese olos azufre que acordaba este suceso.
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