San Antonio,encontró un cazador que hacía lazos y redes, al cual dijo: "Oh hombre, ¿has hecho la red para coger los animales que destruyen mi huerto?
Y él le respondió: "Oh falso viejo, ese y otros te había yo preparado, y tú los has deshecho y destruido; vete, apártate de mí, porque me quemas y me abrasas".
Y al instante fue hecho el cazador como una columna muy grande; conociendo San Antonio que era el demonio, sopló contra él y le hizo la señal de la Cruz, y luego fue hecha la columna toda fuego, que huyendo por el desierto quemaba cuanto encontraba, con un ruido tan grande que parecía fuese un rayo del cielo.
Quedó el Santo solo sin daño alguno, magnificando y engrandeciendo el santo nombre de Dios y su bondad inmensa, que de tantos y tales peligros le habían sacado.
Fue a su habitación ordinaria, donde halló muchos religiosos que habían venido a visitarle; les contó la pelea y lo que había pasado con los demonios; les díjo que tuvieran siempre firme esperanza en Dios, porque no deja jamás a quien le sirve de buena voluntad, y no quedarán confundidos (como dice el salmista) los que en Él ponen sus esperanzas.
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