un mozo que, en medio de la carrera de sus vicios (a los que dio rienda suelta con la tolerancia de su padre), cayó inesperadamente en un profundísimo derrumbadero de nieve. Por no poder salir ni ser rescatado, murió rabiando. Se le apareció después a su padre y, con despechada ira, le dijo:
"Porque no me corregiste, viví mal. Porque viví mal, morí mal. Y porque morí mal, pasé de un abismo de nieve a un abismo de fuego, donde estoy ya sin remedio condenado."
Esto es lo que amenaza Job: "Que pase de las aguas de la nieve a un calor excesivo, y el pecado de él lo lleve hasta los infiernos."
Quedó el pobre padre tan asombrado de lo que vio y oyó, que comenzó a pudrírsele la sangre, y en tres días acabó sus días.
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