Esto dijo el Apóstol San Pablo: “Evacuará Dios todo principado”, como advierten innumerables comentadores. Dionisio Cartujano dice así: El orden y prelacia cesarán en los ángeles santos, cumplido el juicio final, en cuanto a las diligencias de acá fuera; aunque no en cuanto a la diferencia que tienen entre ellos en los dones de naturaleza, gracia y gloria.
Esto es claro, porque desde aquel punto, todo quedará en los bienaventurados reducido a perfección; y su virtud reducida a acto, ni podrán aumentar en perfecciones accidentales, ni recibirán nuevas iluminaciones; las ventajas que ahora llevan entre sí de naturalezas, gracias, dones y glorias, esas quedarán siempre.
Alberto Magno dice: “Haz de saber que las jerarquías permanecerán cuanto al grado de bienaventuranza, de dignidad y nobleza que ahora tienen; pero cesarán las prelacias angélicas, en cuanto al regimiento dirigido a los hombres y entre los mismos ángeles, porque los escogidos estarán ya en la patria, que es el fin por el cual gobiernan al mundo”.
Oigamos, para conclusión, a Santo Tomás, comentando de propósito las palabras de San Pablo: “Cuando haya evacuado todo principado, potestad y virtud”; dice: que en este mundo vivimos en la protección de los ángeles, como niños en el amparo de tutores; que lo dijo el mismo apóstol: “Mientras el heredero es niño, está bajo tutores .
Pero cuando creció el infante y llegó a edad perfecta, ya vive en casa sin tutor ni pedagogo, junto a su padre, sujeto a su voluntad. Esto pasa entre nosotros, que vivimos en esta vida presente, la cual se asemeja al estado de la niñez; y por eso estamos bajo la protección de ángeles, que son nuestros tutores, que siempre nos presiden y gobiernan. Pero cuando se entregue el reino a Dios Padre, como dice San Pablo, entonces estaremos inmediatamente subordinados a Dios nuestro Padre, y cesarán todos aquellos dominios; que es lo que dice: “Cuando vacíe todo principado, potestad y virtud”; que quiere decir: cesará todo dominio, tanto humano como angélico; y estaremos unidos a Dios, no reconociendo otros superiores, ni de nuestra naturaleza, ni de la angélica.
Pero, ¿será de tal modo que los órdenes de los ángeles no quedarán distintos? Hase de decir que sí, cuanto a la eminencia de la gloria, en la cual uno excede a otro; pero no cuanto a la eficacia, en relación a nosotros; por eso se dice que serán evacuados aquellos nombres que pertenecen a la ejecución, como son los Principados, Potestades y Virtudes. De aquellos que son de superior jerarquía no hace memoria, porque no son los que ministran en los efectos; ni habla de los ángeles, porque es nombre común a todos. Toda esta doctrina es del Angélico Maestro. De aquí sabemos cómo los ángeles están divididos en nueve coros y tres jerarquías, para solicitar la salvación de los hombres y regir a todas las criaturas del mundo.
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