Jesus,Amado Redentor mío, suave amor del alma mía

 


              Jesus,Amado Redentor mío, suave amor del alma mía, en lo pasado os desprecié, pero ahora os amo más que a mí mismo. Os ofrezco todo cuanto soy y tengo y no deseo más que amaros y complaceros; esto sólo ambiciono; recibid y aumentad esta ambición, destruyendo en mí todo deseo de bienes mundanos, porque sois soberanamente digno de ser amado y demasiado me obligasteis a amaros.

              Aquí me tenéis; quiero ser completamente vuestro y quiero sufrir cuanto vos queráis, ya que por mi amor quisisteis morir de dolor en la cruz. Queréis que sea santo, y vos podéis hacer que lo sea; en vos confío.

              También en vuestra protección confío, ¡oh soberana Madre de Dios, María!


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