no hay medio más eficaz para obtener el eterno descanso

 


Louis de Bois, famoso maestro de vida espiritual y un hombre de extraordinaria sabiduría, relata lo siguiente.  Un piadoso siervo de Dios, a quien Él conocía  y amaba, fue visitado por un alma del Purgatorio, y esa alma le mostró todos los tormentos que tenía que soportar.  Él estaba siendo castigado por haber recibido la Santa Comunión con muy poca preparación y con indiferencia.  Por eso el Libro de la Sabiduría lo había condenado a las llamas, las cuales lo devoraban.  "Yo estoy pidiéndote a Ti, quien fuiste mi íntimo amigo y quien todavía debe serlo, que recibas la Sagrada Comunión en mi nombre y que lo hagas con todo el fervor y la caridad que puedas.  Estoy seguro que esa comunión ferviente será suficiente para mi liberación y compensará por mis indiferencias culpables."

 Este siervo de Dios se apresuró a asistir a una santa Misa y recibir la comunión piadosamente por el descanso del alma de su amigo.  Después de las oraciones de acción de gracias, aquella alma se le apareció una vez más, inundada de una luz indescriptible, feliz y llena de gratitud, "Seas bendito, mi mejor amigo; tu comunión me ha librado, y estoy a punto de ver cara a cara a mi adorable Maestro.”

 Recordemos el consejo de San Buenaventura, "Que la caridad te lleve a comulgar con frecuencia, porque no hay medio más eficaz para obtener el eterno descanso de los difuntos.”

 OREMOS - Oh, Dios mío, tu Justicia retiene el alma de mis seres queridos, pero Tú pides que yo debiera comer el Pan de los Ángeles para que Tú puedas abrir las puertas del paraíso para ellas.  Seas bendito, Padre de Misericordia; y te prometo que me esforzaré para recibir la Sagrada Comunión frecuentemente en favor de aquellas almas benditas del Purgatorio.  Entonces Tú verás a tu Hijo Jesús en mí, y mi voz, cubierta por la Suya, se alzará a ti, y con mayor seguridad obtendrá las gracias que pido.  Oh Jesús, sé su Conciliador.  ¡Que descansen en paz!

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