Un hombre que había renunciado a su fe como cristiano se encontraba en su juicio del alma, que santa Brígida vio y escribió lo siguiente :
El demonio burla llegó a este juicio llegó a este juicio arrastrando humo detrás de él y gritó diciendo: ‗¿No es éste el hombre que se separó a sí mismo de su profesado servicio a Dios y en vez de esto se unió a nuestras filas?‘
El alma contestó: ‗Yo soy ése Y Jesús dijo: ‗Ésta es tu recompensa adjudicada.
Otro demonio riendo dijo;
todo el que imite tu conducta, lo añada a tu castigo y pena por su propia corrupción y dolor y te golpeará a su llegada como con una herida mortal.
Serás como un hombre afligido por una grave herida, ciertamente sufriendo por una herida sobre otra herida hasta que todo el cuerpo esté totalmente lleno de llagas, que soporta intolerable sufrimiento y lamenta su destino constantemente. Aun así, experimentarás miseria sobre miseria. En la cúspide de tu dolor, el mismo será renovado y tu castigo nunca terminará y tus aflicciones nunca decrecerán.‘
El Demonio de burla dijo: ‗¿No es éste el hombre que cambió al Creador por criaturas, el amor de su Creador por su propio egoísmo?‘
Jesús le respondió: ‗Ciertamente lo es.
El Demonio que lo tentó más en vida, dijo con una voz de satisfacción: se le abrirán dos hoyos. Por el primero entrará todo castigo obtenido por su menor pecado hasta el más grande, por cuanto cambió a su Creador por su propia lujuria. A través del segundo, entrará en él toda clase de dolor y vergüenza, y nunca vendrá a él ninguna consolación divina o caridad, por cuanto se amó a sí mismo en lugar de a su Creador. Su vida durará por siempre y su castigo durará para siempre, ya que todos los santos se han alejado de él.
Jesús Mirando a Santa Brígida dijo;Novia mía, ¡ve cuán miserables serán esas personas que me desprecian y cuán grande será el dolor que compran al precio de tan poco placer!‖
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