Te pido, Señor, que ilumines mi entendimiento, que inflames mi voluntad, que purifiques mi corazón y santifiques mi alma.
Ayúdame a apartarme de mis pasadas iniquidades,
a rechazar las tentaciones futuras, a vencer mis inclinaciones al mal a cultivar las virtudes necesarias.
Concédeme, Dios de bondad, amor a ti, odio a mí, celo por el prójimo y desprecio a lo mundano.
Dame tu gracia para ser obediente con mis superiores, compresivo con mis inferiores, saber aconsejar a mis amigos y perdonar a mis enemigos.
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