Los Veganos se proclam defensores de los derchos de los animales, del medio ambiente y de la salud olvidando la dignidad del ser humano.
Quizás lo más peligroso de los veganos* es el adoctrinamiento que hacen en todas las oportunidades posibles con los niños pequeños. (En los colegios, por Internet, publicaciones especiales para los niños, etc.)
La página de Internet donde PETA le dice a los niños; "Mammy kills animals" y se ve a una ama de casa con aspecto diabólico acuchillando a un conejo y a un pollo, es muy elocuente y nos demuestra que los veganos no tienen límites para lograr sus objetivos de adoctrinamiento entre los inocentes niños.
Como todos los extremistas y fundamentalistas quieren que todo el mundo crea y practique lo que ellos sostienen es una verdad que no admite excepciones.
El principio vegano de igualar a los animales con los humanos y prohibir el uso de todo lo que sea animal. Por eso llegan hasta a hablar mal a los niños de sus padres para convencerlos que no coman productos animales, especialmente carne.
De esta manera están violando, mediante la mentira y el engaño, el derecho que tiene cada padre de educar a sus hijos de acuerdo a sus creencias. Los veganos se introducen (por Internet y en visitas a los colegios) en las mentes de los pequeños para inculcarles su doctrina extremista (pasando por sobre sus progenitores y maestros, que muchas veces de buena fe creen que los fundamentalistas solo están defendiendo la ecología, cuando piden hablar con los niños en las escuelas.)
Gran parte de los veganos, esta constituida precisamente por gente muy joven que deja de serlo después de unos años y solo permanecen en el movimiento en forma constante, los más fanáticos y conflictuados con el mundo o los jefes que usufructúan el dinero recaudado por las organizaciones veganas y afines.
Pero durante su experiencia vegana algunos de estos jóvenes cometen toda clase de desmanes arruinando durante ese periodo sus cuerpos y espíritus.
Los cuerpos se perjudican con las dietas carenciales e incorrectas y con consumo de productos artificiales y llenos de sustancias dañinas para el organismo para darle artificialmente gusto a carne y a pollo (esto es patético: No comen carne pero comen productos que parecen carne, tienen aspecto y gusto a carne)
Los adeptos dejan dietas sanas y saludables para el organismo para reemplazarlas por productos artificiales y altamente deficientes que en definitiva arruinan sus organismos, aunque ellos estén convencidos de lo contrario.
Los productos derivados de soja y las verduras y frutas en general no pueden reemplazar a la carne, la leche, los huevos, la miel, etc. son regímenes alimenticios carenciales.
El cuento vegano de las ventajas de los regímenes alimenticios sin productos animales no tiene en cuenta para nada lo que el hombre necesita, en realidad lo único que busca evitar que se consuma animales o sus productos (para algo tenemos los colmillos que por cierto no son para mascar verduras frutas sino carne).
Los jefes y los ideólogos veganos han llegado a escribir libros y dar conferencias donde buscan a toda costa probar que la carne y la leche de vaca son malos para el organismo cuando que la realidad es totalmente opuesta.
Sus espíritus los arruinan los jóvenes porque viven en guetos de aislamiento total odiando al resto de la humanidad y volcando toda su actividad en la utópica filosofía vegana de igualar los animales con el hombre, violan la Ley, atacan a los establecimientos que trabajan con animales, laboratorios, etc., esas actitudes los dejará marcados de por vida.
Es que está también probado que los daños causados por todo ese lavado de cerebro y el inculcado de una doctrina alocada como el veganismo en las mentes jóvenes es muy difícil de revertir y dejará marcas durante muchos años, costará mucho borrarlas.
Algunos antes de ser veganos han vivido experiencias de droga, alcohol, promiscuidad sexual y de todo tipo de descontroles, creen, durante una etapa dada que han encontrado la panacea para curar sus graves problemas emocionales en el veganismo. Esto dura poco y muchos deberán deambular por toda clase de movimientos extraños y sectas de toda índole antes de poder lograr un sano equilibrio, muchos jamás lo lograran.
Esto sucede también con algunos artistas famosos de cine o televisión que van de la droga y el alcohol y la promiscuidad sexual al vegetarianismo o el veganismo total, luego abandonan el veganismo y se hacen miembros de sectas alocadas como los Raelianos, la Fraternidad Blanca Universal, la Scientología, los Hijos de Dios, la Secta Moon, etc. Sin embargo su pertenencia al veganismo es hábilmente usada como propaganda por los Jefes veganos aunque solo dure un corto periodo, de hecho no son ejemplo bueno para nadie.
Los veganos se están introduciendo en muchos colegios de Argentina y de otros países de Latinoamérica con la excusa de defender la ecología (de la cual no se preocupan tanto es un medio y no un fin para ellos, no olvidemos que a ellos solo les importan los animales aun en perjuicio del hombre).
Solo quieren adoctrinar a los niños sobre no comer carne y productos animales y en definitiva hacerlos veganos totales.
Lo más grave de todo esto es que los niños y jóvenes que caen en el veganismo son los más fáciles luego de caer en manos de sectas de la peor catadura, y aún más delictivas y malvadas que el propio grupo vegano.
Los regímenes alimentarios carenciales como los de los veganos (sin leche y sus innumerables subproductos como quesos, yougurts, sin huevos, miel y toda clase de productos animales que están ausentes en esos regímenes veganos) junto con el ayuno periódico y la repetición continua de las mentiras de cada secta facilitan, el lavado de cerebro y la anulación de todo espíritu critico en los nuevos adeptos y ayudan a dominarlos completamente, sin que razonen y se opongan a lo que dicen los jefes, gurúes o directores espirituales.
Esta "máscara "del régimen alimentario correcto, curador de todos los males (aunque de hecho es todo lo contrario) es hábilmente explotado por todas las sectas y extremismos para lograr adeptos.
El veganismo no es excepción y se miente y engaña a los adeptos y al público en general cuando se dice que no comer carne y productos como la leche y los huevos es bueno para la salud.
Muchas de estas sectas luego del lavado de cerebro que logran en sus adeptos los usan para trabajar gratis, recoger dinero para los jefes o para la secta, ejercer la prostitución y toda clase de delitos, también deben conseguir a su vez nuevos adeptos para recibir la aprobación de los más viejos y de los jefes o garúes.
En el veganismo son los nuevos adeptos los que más se enrolan en las campañas de ataques contra los criaderos de animales a los cuales liberan luego de destrozar las instalaciones que los albergan, envían bombas a laboratorios que experimentan con animales, atacan veterinarias, locales de comida a base de carne, etc.) es lo que los jefes veganos necesitan para imponer su doctrina a la fuerza.
Autómatas con el cerebro lavado que no razonen y practiquen terrorismo ecológico.
Siempre hay algunos jóvenes reclutados dispuestos para hacer la tarea sucia, generalmente son los más conflictuados que no han resuelto su relación familiar, social, etc., que tienen una falta total de conexión con el resto de los humanos.
Algunos de ellos creen firmemente que los animales son mejores que los humanos aun antes de hacerse veganos, no pueden relacionarse con las personas, dar y recibir amor pero lo pueden volcar amor a un perro a un gato, a un pájaro, ellos interpretan los gestos normales y propios de esos animales son pruebas de su inteligencia y de expresión de amor mutuo, esos individuos con espíritus conflictuados son candidatos natos para el veganismo.
Al igual que los más terribles delincuentes no sienten culpa por lo que hacen contra los humanos, son hiperéticos que creen que lo que hacen es lo correcto y que los malvados especistas que usan a los animales deben ser castigados. (Ver escritos de Carlos H., un vegano argentino, que enseñaba por Internet a fabricar bombas contra los especistas y aclaraba que para los animales todo para los especistas nada, es un ejemplo claro de enajenación total)
O porque el nuevo adepto tiene una carga emocional propia que lo inclina hacia veganismo o porque se lo aborde mas fácilmente en una etapa de duda, falta de voluntad, espíritu maleable, etc., siempre hay gente para convertir al veganismo. Esta es la presa más fácil de los ideólogos veganos para quienes lo único importante es conseguir más y más nuevos reclutas que difundan y propaguen la causa.
Para que estos objetivos se logren es también fundamental aislar al reclutado de su núcleo, amigos, hay que el posible candidato a vegano o los ya incorporados no frecuenten lugares deportivos, clubes de todo tipo, que no tenga amigos fuera del grupo sectario, para ello se lo embriaga con la doctrina vegana y se lo mantiene ocupado por Internet y en los grupos con mensajes, charlas, trabajos, medias verdades siempre irracionales y falsas pero dentro del pensamiento vegano. Todo lo otro es falso y no debe tenerse en cuenta.
Que pierdan su facultad de razonar, de criticar, de dialogar fuera del grupo vegano, es lo mismo que hacen las sectas y los movimientos extremistas como los fundamentalistas islámicos, etc.
Curiosamente el veganismo, que, aclaremos no tiene los matices graves de las peores sectas delictivas pero actúa exactamente como ellas y como otros fundamentalistas.
Con su prédica de odio contra los no veganos, facilita el aislamiento de sus adeptos del resto de la humanidad (el resto de los humanos no veganos que son los malvados especistas altamente criticables, porque comemos cadáveres (así llaman ellos a los animales faenados para consumo), y explotamos a los pobres animales de las formas más crueles, robando la leche, los huevos, que son para los animales que los producen o para sus crías y no para los humanos, también es ilícito que los hagamos trabajar de distintas formas o que los usemos para experimentación científica, en zoo.
Todo esto conduce a un aislamiento total de los veganos con el resto de los humanos a los que desprecian y hasta odian. Se ve su total antipatía hacia la gente normal, es una constante presente en los escritos de los veganos que muestra lo que afirmamos. Jóvenes aislados del resto de los humanos encerrados en guettos ideológicos como el veganismo son los más activos en el movimiento y en las filiales o grupos terroristas.
A veces estos jóvenes liberan sus frustraciones y resentimientos atacando a los especistas y realizando toda clase de desmanes, algunos llegan a terrorismo ecológico, forman parte del Ejército de Liberación Animal, muchos terminan en la cárcel donde purgan largas penas.
De ahí la importancia de que los padres hablen con los maestros y directores de los establecimiento educativos haciendo saber su oposición a que los veganos lleguen con sus mensajes a los niños.
No hay por otra parte nada más peligroso que un maestro o educador vegano. Y los hay, deberían ser expulsados de las escuelas en las que actúan.
Todo padre debe saber lo que se le enseña en la escuela a sus hijos y tiene el deber de vigilar que de ninguna forma se los engañe con doctrinas utópicas y perversas como el veganismo.
NO es una afirmación baladí o sin razón decir que el veganismo es perverso, porque si sus miembros alientan el envió de bombas a los laboratorios que trabajan con animales. Si sus jefes como Ingrid Dunkirk, directora de PETA ofrecen dinero para que se incendie laboratorios, ayuda con dinero a los terroristas ecológicos, etc., es por cierto evidente que el mensaje engañoso que transmiten de amor al planeta, a la naturaleza, a la vida sana, a los animales que son nuestros iguales, etc. Es una total mentira y queda desvirtuado por los delitos que se comenten contra quienes osan pensar distinto.
Desgraciadamente la lucha contra es veganismo es difícil ya que los jóvenes muchas veces carecen de referencias (familia, iglesias, sindicatos, están en crisis) tienen miedo al porvenir y creen encontrar en el veganismo la solución de sus problemas.
Los conflictos de toda índole que se sufren actualmente, inestabilidad, inflación, huelgas, robos, delitos, agresiones, atentados, parecen no tener solución ni fin. Los espíritus débiles buscan soluciones en todo tipo de doctrina irracionales y caen en doctrinas utópicas, perversas o en sectas de toda índole que solo sirven para enriquecer a los gurues y jefes que las manejan.
Algunos se tientan ante el veganismo que parece tener soluciones eficaces ante la ausencia de respuestas de la familia o la sociedad.
Las máscaras de regímenes sanos de comida, curadores de todos los males, las máscaras de pertenecer a un grupo superior al resto de la sociedad con supuestos ideales altamente éticos. La mascara de proteger a la naturaleza y de defender a los inocentes corderitos, bambis y terneros, (de las hienas, víboras, ratas y otros animales repulsivos no se habla nunca en el veganismo), las máscaras de un sistema de vida culturalmente elevado, la máscara de "pertenecer" a un grupo filosófico serio y bondadoso seducen a muchos jóvenes desconcertados y sin pautas o ideales, chicos sin iniciativa ni ambiciones concretas y son muy difíciles de combatir.
Ante la ausencia de respuestas a los problemas individuales y de grupo muchos aceptan el veganismo como única respuesta. Al final la decepción será peor que la errada elección, el perjuicio muchas veces será irreversible y total en el adepto.
En nosotros está la responsabilidad de asesorar, educar y prevenir la expansión de esta perversa filosofía que tanto daño causa en los niños y jóvenes, no hacerlo nos hace corresponsables.
*Las personas llamadas veganas se abstienen por completo del uso de productos de origen animal, no son partidarios de la caza y la pesca ni de utilizar pieles o productos de animales para vestirse o alimentarse y mucho menos de poseer mascotas o conservarlas en parques zoológicos. Son llamadas así para diferenciarlas de las vegetarianas que centran su dieta alimentaría en los productos vegetales.
Se proclaman defensores de:
- Los animales
- El medio ambiente
- La salud
Comentarios
Publicar un comentario