Nacimiento de la Virgen María



 Sin embargo, ésa es la regla general. — Pero tiene una excepción. — La Iglesia misma así lo reconoce. — Ella que nunca celebra el nacimiento terreno de sus hijosI, llega un momento en que por una excepción extraordinaria se viste de alegría, se transforma y manifiesta en grandes efusiones de ternura y contento inmenso, que no puede reprimir, y establece una fiesta especial para celebrar un nacimiento. — ¡El nacimiento de la Santísima Virgen! — La mujer predestinada para ser Madre de Dios aparece sobre la tierra con su alma santa e inmaculada..., con la misma pureza y santidad con que salió de las manos de Dios... y su vida terrena es vida de gracia..., no es una vida celestial sino verdaderamente divina. — Por eso, la Iglesia, la celebra y a todos nos invita a celebrarla con estas palabras: «Con alegría grande celebramos la Natividad de la Santísima Virgen María, pues su nacimiento ha llenado de gozo el universo mundo.» Alégrate y corre a felicitar a tu Madre querida.... La única que merece ser felicitada en su nacimiento..., la única que trae con su vida terrena el germen de la vida de la gracia para sí y para todos los demás. 

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