En
Vos, Madre nuestra santísima, hallamos remedio a todos nuestros males. En Vos,
dice San Germán, tenemos el apoyo de nuestra flaqueza. En Vos, exclama San
Buenaventura, la puerta para salir de la esclavitud del pecado. En Vos, exclama
San
Buenaventura,
la puerta para salir de la esclavitud del pecado. En Vos, nuestra segura paz.
En Vos, como dice San Lorenzo Justiniano, hallamos el alivio de nuestra mísera
vida. En Vos, finalmente, hallamos la gracia divina y a Dios mismo; y por eso
San Buenaventura os llama: Tronco de la
gracia de Dios; y Proco: Puente felicísimo por donde Dios, a quien
nuestras culpas alejaron, pasa a habitar con su gracia en nuestras almas.
Jaculatoria. ¡Oh,
María!, Vos sois mi fortaleza, mi libertad, mi paz y mi salvación.
Visita al Patriarca San José
Es
indudable -escribe San Bernardino de Siena- que Jesucristo no ha olvidado en el
Cielo la familiaridad y el respeto que profesó en la tierra a San José; al
contrario, es de, creer que estos sentimientos de un verdadero hijo para con su
padre son al
presente
más vivos y profundos."
Ayudadme,
glorioso Patriarca, a alcanzar por vuestras súplicas el perdón de mis pecados,
y la gracia de borrarlos con digna penitencia. Ayudadme a amar mucho a Jesús y
a María y alcanzadme especialmente la perseverancia final.
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