Santa Hildegarda dice :oí que la serpiente antigua decía para sí: “emplearé
toda la fuerza de mi energía en preparar mis fuerzas y lucharé contra mis
enemigos tanto cuanto sea capaz”. Y vertió su baba llena de impurezas y vicios
sobre los hombres. Y con el mayor escarnio les animaba diciendo: “¡Bah! Se
llaman soles por la luz de sus obras, pero les haré ser dañinos, oscuros y
horribles en las tinieblas”, y exhaló de su boca una niebla repulsiva, que
cubrió la tierra como el humo más negro. Entonces unos rugidos fortísimos retumbaron
en la niebla, diciendo: “Nadie debería adorar a otro dios a menos que lo vea y
conozca. ¿Por qué el hombre debería honrar a quien no conoce?” Vi en esta
niebla muchas imágenes de vicios.
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