ORACIÓN PIDIENDO A MARÍA TRES FAVORES

 


Madre mía afligida, reina de los mártires y de los dolores, que tanto has llorado a tu Hijo, muerto por mi salvación. ¿De qué me servirían tus lágrimas si llegara a condenarme?

Por los méritos de tus dolores alcánzame el dolor de mis pecados, y verdadera enmienda de mi vida, con una constante y tierna compasión de la Pasión de Jesús y de tus sufrimientos.

Si Jesús y tú, siendo inocentes, tanto habéis sufrido por mí, obtenedme que sepa sufrir por vuestro amor.

Señora mía, si te ofendí, justo es que hieras mi corazón. Y si fiel te he servido, hiérelo también por especial favor. Es injusto ver a mi Jesús herido y a ti, que estás también con él, herida, y yo, en cambio, encontrarme ileso.

Por la angustia que sentiste, Madre mía, al contemplar a tu Hijo,

abrumado de penas, muriendo en la cruz, te suplico me obtengas la gracia de una buena muerte.

Abogada de los pecadores, no dejes de asistirme cuando, afligido y conturbado, esté para pasar a la eternidad. Os invoco ahora por si no tengo voz para invocar el nombre de Jesús y el tuyo, y pido a tu Hijo y a ti me socorráis en el último instante, y ahora digo: Jesús y María, mi esperanza, a vosotros encomiendo el alma mía. Amén.


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