Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía tu Espíritu y serán creados, y renovarás la faz de la tierra. ¡Oh Dios!, que, con la luz del Espíritu Santo, educaste los corazones de los fieles, concédenos que, por los dones de ese mismo Espíritu, tengamos la verdadera sabiduría y podamos regocijarnos en sus consuelos. Amén
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