Estas oraciones son para el uso personal. No es necesario decir todas estas oraciones cada mañana; lo mas importante es empezar tu día con un momento de reflexión y oración. Después de levantarse y antes de hacer cualquier otra cosa, di una de las oración que se encuentra aquí.
Al levantarnos, acudimos a Ti oh Bondadoso y Te entonamos, oh Omnipotente, el himno angelical: “Santo, Santo, Santo eres Tú.” Oh Dios, por las intercesiones de la Madre de Dios, ten piedad de nosotros.
Del lecho y del sueño me levantaste, Señor. Ilumina mi espíritu y mi corazón y abre mis labios para que Te alabe, oh Santa Trinidad, diciéndote: “Santo, Santo, Santo eres Tú.” Oh Dios por las intercesiones de la Madre de Dios, ten piedad de nosotros.
Levantándome del sueño, te doy gracias, Santísima Trinidad, porque a causa de tu gran bondad y paciencia no has mostrado ira contra mí, pues soy perezoso y pecador. Tampoco me has hecho perecer con mis transgresiones, sino que me has mostrado tu acostumbrado amor por los hombres y me has levantado de mi letargo, a fin de que pueda cantarte el himno matinal y glorificar tu grandeza. Ilumina los ojos de mi entendimiento, abre mis oídos para que reciban tus palabras, y enséñame tus mandamientos. Ayúdame a hacer tu voluntad, a cantarte, a confesarte de todo corazón y a exaltar tu santísimo nombre, oh Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
Señor, en tu abundante bondad y en tu gran misericordia has concedido que yo, su siervo, atravesara el tiempo pasado de esta noche sin caer en la tentación del Enemigo. Señor, artífice de toda la creación, concédeme hacer tu voluntad en tu verdadera luz y con corazón iluminado, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
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