Atando a los espíritus malignos

 


En el nombre del Señor Jesucristo de Nazaret, aquí estoy con el poder del Señor Dios omnipotente  para atar a Satanás y a todos sus espíritus malignos, fuerzas demoníacas, poderes demoníacos,  principados y a todos los reyes y príncipes del terror, provenientes del aire, el agua, el fuego, el mundo de las tinieblas y todas las fuerzas malignas de la naturaleza.

Asume autoridad sobre todas las obras y funciones demoníacas destructoras enviadas contra mí y  las desenmascaro como enemigos debilitados y vencidos por Jesucristo.

Aquí estoy con el poder del Señor Dios omnipotente para atar juntos a todos los enemigos de Cristo presentes, todos los entes demoníacos bajo su única y más alta autoridad, y ordeno a estos espíritus se vayan al abismo para  nunca más regresar. Sus obras e influencias han dejado de existir.

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