SEÑOR JESÚS,
hoy vengo a pedirte la sanación de mis
recuerdos,
de todo aquello que viví y quedó guardado en mi
subconsciente
y ha venido atormentándome.
Tú me
conoces, soy tu hijo y conoces la causa de cada
conflicto
que traigo en mi interior.
Ven Jesús, y
cura estos recuerdos, los momentos en que
me sentí
abandonado, traicionado, despreciado, rechazado,
desanimado,
e ignorado hasta por aquellos que más amaba.
Cúrame de
los sentimientos de odio, rencor, disgusto y
falta de
perdón, que muchas veces se reflejan en mi cuerpo,
causando
dolores y enfermedades físicas; de los momentos
de peligro
que viví y me tornaron en una persona miedosa e
insegura. Cúrame Santísimo Padre.
¡Oh Señor!,
son tantos los traumas y marcas que traigo en
mi mente y
sólo tú puedes curarme. Por eso te pido, llena mi
mente de tu
sabiduría y recréame en tu paz.
Ahora podré
sacar agua con gozo de los pozos de tu salud, por eso te alabo, pues creo que
estás actuando en mí y
soy en Ti
una nueva criatura. Amén
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