pesar de la paz profunda de que goza mi alma, lucho continuamente y a veces libro una batalla feroz para seguir fielmente mi camino, es decir el que el Señor Jesús quiere que siga. Y mi camino es la fidelidad a la voluntad de Dios en todo y siempre, y especialmente en la fidelidad a las inspiraciones interiores para ser un instrumento dócil en las manos de Dios y llevar a cabo la obra de mi misericordia insondable.
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