oración para sanar traumas de infancia

 


 Señor Jesús, dame la gracia de perdonar a aquellos que no me han amado, de liberarlos de toda deuda hacia mí. Sáname de todos los traumas de mi infancia, de los trastornos de la sexualidad, de la inquietud angustiosa, la vergüenza y la culpabilidad. Lava todas las manchas de mi cuerpo y de mi alma y sana las heridas causadas por quienes abusaron de mí, al violar mi integridad física, encadenándome a desviaciones sexuales que hoy me impiden tener relaciones sinceras según tu Voluntad. Ayúdame a afirmarme en mi personalidad de hombre o de mujer. ¡Que la Virgen María, Madre Purísima,

Inmaculada Concepción, interceda por mí y me sane de todo

este tipo de trastornos! Señor mío y Dios mío, TE RUEGO también que sanes las heridas de mi afectividad que están ligadas a experiencias amorosas imposibles o que, por cualquier causa, no podían tener buen fin. Haz que te entregue mis aspiraciones y mis

fracasos y que en Tus Manos ponga mis relaciones con los demás. Enséñame a abandonarme de corazón en tu Amor, porque sólo Tú colmas mi deseo de amar y de ser amado.

Gracias, Señor, por haberme acompañado durante mi infancia y mi adolescencia, por tu Amor, por tu Luz, por tu Verdad. Perdóname si he llegado a pensar que Tú no

me querías o que no estabas presente en mis sufrimientos. Perdona también mis olvidos. Sana mis sentimientos de culpabilidad ante Ti pero que no brotan del amor sino del miedo al castigo por mis rebeldías. Y perdona mis rebeliones

contra tu Providencia al ver que permitías o tolerabas que murieran, me abandonaran o me engañaran las personas a las que yo más quería. Perdóname las experiencias destructivas a las que me he entregado mediante la bebida, las drogas o la pornografía. Sáname de las ataduras contraídas a través de las técnicas de concentración mental, búsqueda de soluciones a mis propios problemas en el ocultismo, el espiritismo o el esoterismo. Invoco tu Preciosa Sangre derramada en la Cruz por mí, para ser perdonado y limpiado de mis pecados. ¡Señor Jesús, que tus Santas Llagas sean el refugio para mi sanación!

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