rompiendo los desórdenes de comunicación: cosas no dichas,

 

 

     



  Rechazo ahora la transmisión de todos los desórdenes de comunicación: cosas no dichas, incomprensiones, obstinaciones, y también: defectos de habla, en particular el tartamudeo. Me opongo especialmente a los pecados de la lengua de graves consecuencias: a las blasfemias, a las maldades, a las mentiras; me opongo con todas mis fuerzas a las ofensas verbales, y particularmente a todas las maldiciones que han podido, en el pasado, ser proferidas por miembros de mi familia.

Perdona, oh Padre, y sana nuestra lengua y no permitas que soportemos por más tiempo las consecuencias de estos pecados tan graves.

 

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