Estoy viviendo en Honduras en una ciudad de medio millón de habitantes, que se llama San Pedro Sula. Es la ciudad de Centroamérica con el porcentaje de enfermos de sida más elevado. En las paredes hay pintadas frases como Demon, Demonio, diablo. Algunos jóvenes llevan en sus coches pegatinas con la palabra Natas (nombre de Satán invertido). En el parque central, he visto hippies que venden objetos decorativos como una cruz con una serpiente rodeándola o una cruz invertida (signo satánico)... Nunca olvidaré una pintada que decía: Satán, ámame. ¿Puede Satán amar? .
Alguien ha dicho que el mundo de lo oculto es la religión de Satanás. Muchos jóvenes, al sentirse vacíos interiormente, porque no tienen una familia unida o porque están desorientados, caen en las redes de sectas o personas inescrupulosas como magos y curanderos, que tratan de manipularlos y sacarles dinero.
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