“perdona nuestras ofensas, Señor

Dios mío, Nuestro Señor Jesucristo no enseñó a decirte: “perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden” (Mt 6, 12), haz que tu rostro brille sobre todos mis ascendientes y, en tu gran misericordia, perdónales sus errores. Te lo pido por el mismo Jesucristo, tu Hijo y nuestro Salvador, que, siendo Dios, vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén. 

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