en valencia en el año 1500 moría una gran señora , y después que mejorar le preguntan al Confesor ¿ que era lo que más siente al morir ?
Respondió , que lo que más sentía era dejar su casa , por tener puesto todo sus gustos y deleites en , vidrios, barros y otras baratijas que incluía.
entonces el Confesor , que era un santo viejo , entró en él con el báculo que traía en la mano fué rompiendo uno por uno todos los vidrios ,y demas cosillas superfluas que ensartaba ; y volviendo después a ver a la señora da dijo :
“ya ve se puede morir sin pena y con descanso y lo llevó con tan buena conformidad como debía” .
No hay quien tenga semejantes apegos en el corazón , y el corazón en ellos y no hay otro medio para dejarles ałgun dolor que él no tenerles con amor . Para que su privación no sea arrancada , no se les permita echar raíces en el corazón.
No es fácil reducir á número el de las culpas que en el Purgatorio se castigan , lo cierto es , que lo que aquí parece poco , allí se purga mucho y por mucho tiempo
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