Experiencia de La Venerable Madre Francisca del Sacramento con las almas del Purgatorio.

 


 

Monja Carmelita, diciéndole a Cristo: Señor¿hasta cuándo he de vivir?

 Le respondió: por ahora conviene que vivas para el alivio de mis  amigas las almas del Purgatorio.

en otras muchas apariciones le aseguró cuánto le agradaba  lo que por ellas hacía y padecía. 

 

Otro día se le apareció María Santísima acompañada de innumerables Santas  ordenadas al estilo de una procesión muy larga, trayendo á su lado á Santa Teresa; y después de favorecerle esta soberana Señora con inefables caricias, la recomendó llevase delante la devoción de las almas, por lo mucho que con ella agradaba á su Hijo; y que sufriera por esto la molestia y el susto que cuando se le aparecian le causaban. 

 

- Apareciéndose un día su Ángel Custodio con otro Ángel ,después de haberla consolado en una gran fatiga que le acongojaba mucho, oyó que la dijo el otro Angel Custodio: vamos de aquí, no estorbemos una buena obra. 

 

la sierva de Dios  contemplando el suceso, vio que los Ángeles salieron y entraron de golpe un ejército de almas que estaban en la puerta de su celda. 

 

Santa Ana tenía una de las gracias , no solo grandes , sino particulares , que  Dios le había concedido, de repetidas visitas de las almas del Purgatorio , con la  suerte de verlas después subir , á tomar la dichosa posesión del cielo .

 

 Los demonios con la persecución la hicieron sufrir mucho, por el apoyo a estas pobres almas del purgatorio , la cual fue tanta como continua .

 

 Muchas veces la sacaban de la cama y la  arrastraban por la celda la cargaban golpeándola y le hacían pasar noches de invierno  dejándola marcada de  heridas , y atravesada del suelo  y esto  solía padecer alguna vez en defensa del escapulario que pretendían quitarselo.

Una noche se lo quitaron  habiendo luchado tres horas por defenderlo , hallándose después por la mañana detrás de un banco . 

 

le quitaban y escondían el rosario con que rezaba por las almas y lo encontraba después colgado en el techo ..una vey dijo “ me cogiéron estos malditos y me golpeaban como á una campana, y como esto fue en la escalera, pensé me habían de echar por allí abajo y hacerme pedazos: lo cual en otras ocasiones lo ejecutaron y, aunque sin lesión, por conservarla milagrosamente Dios. 

 

Otras noches llenaban su cama de sapos, culebras, y otras sabandijas fieras y nocivas. Cuando se azotaba, las más veces la quitaban las disciplinas, otras la detenían el brazo, otras arrebatarle, se las echaban en un pozo, diciendo que habían de perseguirla hasta acabar con ella. 

 

Otra vez, aparece diciéndole el demonio en forma de un galán, la dijo, que pecaba contra caridad en destrozar su cuerpo con aquellas tan crueles disciplinas, que, allí la traía otras más blandas, y la daba unas de lino muy suave: conociéndole al punto lo envió al infierno.

 

 No es extraño que yo aquí le conociese, habiéndose conocido en otras ocasiones, porque En esta la disuadia el rigor de la penitencia  Y quien disuade la mortificación á un espiritual tentado, ó es demonio, es ministro suyo que hace sus veces y usa siempre sus voces. 

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