El misterio de la Santísima Trinidad

 Nos conocemos mutuamente con el Señor en la morada de mi corazón.  Sí, ahora yo Te hospedo en la casita de mi corazón, pero se acerca el tiempo cuando me llamarás a Tu morada que me habías preparado desde la creación del mundo.  Oh, ¿quién soy yo frente a Ti, oh Señor?
910(268) El Señor me lleva al mundo desconocido para mi, me da a conocer su gran gloria, pero yo tengo miedo de ella, y no me dejaré influir por ella en lo que esté en mi poder hasta que me asegure, por el director espiritual, qué gracia es.
911En cierto momento, la presencia de Dios penetró mi ser, mi mente fue singularmente iluminada en cuanto al conocimiento de su Esencia; [Dios] me permitió acercarme al conocimiento de su vida interior.  Vi en espíritu las Tres Personas Divinas, pero su Esencia es única.  Él es Solo, Uno, Único, pero en Tres Personas, cada una de las cuales no es ni más pequeña ni más grande; no hay diferencia ni en la belleza, ni en la santidad, porque son Uno.   Uno, absolutamente Uno.  Su Amor me ha llevado a este conocimiento y me ha unido a Él.  Cuando estaba unida con una [Persona Divina], estaba unida también con la segunda y con la tercera.  Así pues, cuando nos unimos con una, por eso mismo nos unimos con otras dos Personas al igual que con una.  Una es la voluntad, uno Dios, aunque en las Personas Trinitario.  Cuando al alma se entrega a una (269) de las Tres Personas, entonces, con el poder de esa voluntad se encuentra unida a las Tres Personas y está inundada de la felicidad que fluye de la Santísima Trinidad; de esta felicidad se alimentan los santos.  La felicidad que brota de la Santísima Trinidad, hace feliz a todo lo creado; brota la vida que vivifica y anima cada ser que de Él tiene principio.  En aquellos momentos mi alma probó las delicias divinas tan grandes, que me es difícil expresarlas.Santa faustina 

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