la Comunión espiritual tiene sobre la sacramental la ventaja

Jesucristo esta Comunión espiritual, en que muy frecuentemente se ha dignado escuchar -por medio de patentes milagros-, los piadosos suspiros de sus servidores, unas veces dándoles por sus propias manos la Comunión sacramental, como a Santa Clara de Montefalco, a Santa Catalina de Sena y a Santa Ludovina; otras por manos de los Ángeles, como a mi Seráfico Doctor San Buenaventura, y a los obispos Honorato y Fermín, y alguna vez también por el ministerio de la augusta Madre de Dios, que por su misma mano dio la Sagrada Comunión al Beato Silvestre. Rasgos tan tiernos por parte de Dios no deben asombrarte, si consideras que la Comunión espiritual inflama las almas en el fuego de un santo amor, las une a Dios y las dispone a recibir las más señaladas gracias. ¿Y será posible que tantas utilidades no te causen alguna impresión y continúes siempre en tu indiferencia e insensibilidad? 

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