Jesús le mostro a Santa Brígida un hombre que lo rechazo diciendo estás palabras;
habiendo rechazado el escudo de fe santa y la espada del temor, él caminó orgullosamente hacia los campos, cultivando toda lujuria y deseo egoístas, desdeñando el temer a Dios y creciendo en pecado y lujuria.
Cuando llegó la parte final de su vida y su alma había abandonado su cuerpo, los demonios corrieron a su encuentro. Podían escucharse tres voces del infierno hablando en su contra.
El Demonio de soberbia dijo: ‗¿No es este el hombre quien desertó de la humildad y nos siguió en el orgullo? Si sus dos pies lo pudieran poner aún más alto en el orgullo para sobrepasarnos y obtener la primacía en orgullo, lo haría rápidamente.‘ El alma le contestó: ´‘Yo soy ése.
Jesus le respondió: ‗Ésta es la recompensa a tu orgullo: descenderás llevado por un demonio y entregado a otro más abajo, hasta que llegues a la parte más baja del infierno. Y dado que no hubo demonio que no conociera su propio castigo en particular y el tormento a ser inflingido por cada pensamiento y acción inútiles, tampoco escaparás al castigo por parte de cualquiera de ellos, más bien compartirás la malicia y la maldad de todos ellos.‘
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