más perversos tienen que ser los odría parecer que los demonios
de más alta
jerarquía, pues no. No hay relación entre naturaleza y pecado. Un naturaleza
angélica de la última jerarquía pudo ser mucho más perversa que un ángel
superior. El mal que puede cometer un ser libre no depende de la inteligencia,
ni del poder que posea. Siempre ponemos como ejemplo de malignidad al jefe de
las SS, Heinrich Himmler. ¿Pero no pudo ser peor que él alguno de sus
subordinados? Por supuesto que sí. Entre los hombres vemos que alguien menos
inteligente y en un puesto social poco relevante puede ser mucho peor, mucho
más perverso, que un gran dictador. Y lo mismo dicho para el mal, vale para el
bien. Un ángel de la última jerarquía pudo ejercitar más sus virtudes que uno de
más alta jerarquía. De la misma manera que una viejecita humilde sin estudios y
que sólo se ha dedicado a las labores de la casa toda la vida puede ser más
santa que un arzobispo o un sumo pontífice.
Una interesante pregunta que se desprende de
todo esto es si la jerarquía que nos da la Biblia (ángeles, arcángeles,
principados...) es una jerarquía de la gracia o de la naturaleza. Es decir, los
serafines son los más santos o sólo los más poderosos y en los que más brilla
el fulgor de la inteligencia angélica. Mi opinión es que es una jerarquía según
la naturaleza. Pues las descripciones visuales de los cuatro vivientes
alrededor del Cordero (los ángeles de la mayor jerarquía) dan más bien
impresión de poder y conocimiento, al igual que los mismos nombres de las nueve
jerarquías. El nombre de principado o
potestad, por poner dos ejemplos, son
nombres que indican más bien poder. Además, es más sencillo hacer jerarquía de
la naturaleza que de la gracia.
Parte·II
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