La profanación de la Eucaristía es el objetivo principal de la misa negra.




En The satanic Rituals, New York 1972 de ANTON LA VEY, vigente en su Iglesia de Satanás y en otros grupos. Su emblema es la estrella de 5 puntas con la cabeza del macho cabrío en el centro. Los adeptos de la Iglesia de Satanás se saludan haciéndose los cuernos con la mano. Las ceremonias se inician a la luz de las candelas rituales con el sonido de una campanilla, la invocación de Satanás como dios y la recitación de una letanía de 77 nombres de Satanás. Los participantes visten ropa negra, a veces con una máscara (los hombres), vestidos «sexualmente provocativos» (las mujeres). Hay un cáliz, una daga, un asperges de forma fálica, una campanilla, una imagen de Baphomet (nombre de una figuración híbrida, horrible, de Satanás), un altar ordinariamente en forma de mujer desnuda sobre una tabla (The satanic Rituals, p. 392).
La misa negra. El acto supremo del culto satánico es la llamada Misa negra simulación sacrílega de la Misa cristiana, celebrada de noche, ordinariamente en las cercanías de una ciudad. Podría definirse como el modo máximo y patente de mostrar el odio hacia Jesucristo, hacia Dios, y la devoción a Satanás. «El altar de la misa negra es una mujer desnuda, el crucifijo está cabeza abajo, hay un cáliz lleno de vino o de licor, los participantes vestidos de negro y encapuchados. Antes se requería un ex-sacerdote válidamente ordenado; ahora sobre todo una hostia realmente consagrada. El rito sigue al de la Misa católica. En ella, evidentemente, en vez del nombre de Dios, de la Santísima Trinidad y de Cristo, se invoca el nombre de Satanás. Al “Gloria”, las alabanzas se dirigen a “dios señor del infierno”. El “sanctus” es sustituido por “Salve, Salve, Salve, Señor Satanás, dios poderoso. La tierra y el infierno están llenos de tu gloria”. El “Pater” se empieza con “padre nuestro que estás en el infierno”. Después del Libera nos (1 oración tras el Padrenuestro) el sacerdote arroja al suelo la hostia consagrada y el pontífice la pisotea; hacen lo mismo el diácono y el subdiácono, mientras se hace sonar la campanilla no sin paroxismo (antes de arrojar la hostia al suelo, suele pasarla por el cuerpo de la mujer)…».
"AVE MARÍA PURISIMA "

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