El abad Abraham, discípulo del abad Agatón, preguntó al abad Pastor: «¿Por qué me atacan de esta manera los demonios?». Y le contestó el abad Pastor: « ¿Te atacan los demonios? Los demonios no nos atacan cuando hacemos nuestra propia voluntad, porque nuestra voluntad entonces se ha identificado con la de los demonios y ellos nos empujan a cumplirla. ¿Quieres saber con quién luchan los demonios? Con Moisés y los que se parecen a él».
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