Un hermano preguntó a un anciano: «¿Por qué soy presa de la tristeza cuando estoy en mi celda?». Y el anciano le dijo: «Porque todavía no has contemplado la esperanza de la resurrección ni los tormentos del infierno; pues si llegases a ver esto, tu celda estaría llena de gusanos y tú sumergido en ellos y no padecerías tristeza ».
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