Nos cuenta sor faustina en su diario :Hoy tuve un gran disgusto de parte de cierta persona seglar. A base de una cosa verdadera ha contado muchas cosas inventadas, pero como todas esas cosas han sido tomadas por verdaderas y difundidas por toda la casa, cuando han llegado a mis oídos se me oprimió el corazón. ¿Cómo es posible abusar de la bondad de uno? Pero he decidido no decir ni una palabra en mi defensa y a esa persona manifestarle aún más bondad. Pero me di cuenta de que tenía pocas fuerzas para soportarlo tranquilamente, dado que el asunto se prolongaba por semanas. Al ver que la tempestad estaba por desencadenarse y que el viento empezaba a tirar la arena directamente contra los ojos, he ido delante del Santísimo Sacramento y he dicho al Señor Jesús: Jesús, Te pido fuerza de Tu gracia actual cooperante, porque siento que no tengo fuerzas para esta lucha. Protégeme con Tu pecho.
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