Procuren todos los presentes, de rodillas
orar con fervor. Si puede, el moribundo ha de decir 3 veces: JESÚS, JESÚS,
JESÚS.
Si no puede, dígalo de clara voz el sacerdote
o alguno de los presentes y si parece prudente, diga lo que sigue al oído del
enfermo :
En vuestras manos encomiendo mi espíritu.
Señor mio Jesucristo, recibid mi alma.
Santa María, Rogad por mí.
María, Madre de gracia, Madre de
misericordia, defiéndeme del enemigo y recogeme en la hora de mi muerte.
San José, rogad por mi.
San José, con la bienaventurada Virgen,
vuestra esposa, abridme el seno de la divina misericordia.
Jesús, José y María, os doy el corazón y el
alma mía.
Jesús, José y María, asistidme en mi ultima
agonía.
Jesús, José y María, duerma y descanse en paz
el alma mía.
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